Las mollejas son una pieza muy refinada que conjunta a la perfección con las setas. Es un órgano de la ternera joven, del cordero o del cabrito, que desaparece a la edad adulta. Está formado por una parte alargada y otra redonda, llamada "nuez". Quédese mejor con la nuez, porque la otra parte es menos gustosa, menos agradable y más dura. Antes de cocinar las mollejas de ternera, hay que sumergirlas en agua salada (1 cucharada de sal fina por cada litro de agua) de 6 a 8 horas, en el figorífco, para que desaparezcan todas las vetas de sangre. Luego, déjelas escurrrir.
A continuación, recúbralas generosamente de agua frío en una cazuela grande. Añada sal y acerque al fuego hasta que hierva y déjelas cocer con suavidad durante 4 minutos. Retire las mollejas y páselas, dentro de un colador, bajo el chorro de agua corriente durante 10 minutos. Retire con cuidado la fina piel transparente que las recubre y las partes cartilaginosas y con nervios, teniendo cuidado de no dañar las mollejas o desbaratarlas. Envuélvalas en un paño y colóquelas entre dos platos con un peso encima durante aproximadamente 1 hora, para que suelten el agua y adquieran una forma regular.
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