jueves, 27 de marzo de 2008

La ostra


Reconozco que no resultaba nada fácil, pero intenté enseñarle a tener en su boca la ostra y el líquido, utilizando la lengua a modo de muralla para impedir que el líquido entrara en la garganta...
El azar quisoque una pequeña ostra que yo estaba poniendo en los labios de Emilia cayera en su escote. Cuando hizo ademán de recuperarla, reivindiqué mis derechos sobre aquella ostra. Ella cedió y me dejó desatar los cordones de su blusa y permitió que mis labios recuperaran la ostra de las profundidades en las que había caído.
Casanova

3 comentarios:

Carlos dijo...

A mí me encanta con trocitos de manzana verde y un poquito de champán. ¿El plato es de roca, no?

En París siempre me pongo ciego de gillardeau del número 2. Me encantan.

Gastronomicae dijo...

A mí es un producto que me gusta pero no esta entre mis favoritos.

Con trocitos de manzana verde y champagne estan muy buenas. de Joan recuerdo aún la sensación de la ostra con destilado de tierra.

Para los amantes de las ostras son indispensables las de Hilario; gelatina de agua de ostras, las ostras, unas gotas de jugo de remolacha, una crema de limón y una quenelle de caviar.

Esta muy bien el tema de abrirlas y meterlas con su jugo en un vaso de PacoJet y congelar. Despùés turbinar y tenemos una especie de helado de ostras que esta muy bueno. Dani García lo usaba para el gazpacho de remolacha.

Tengo muy buen recuerdo de las ostras de C´Sento.

Carlos dijo...

A mí me encanta escabechadas. Un escabechado rápido, claro, apenas un par de horas.