jueves, 17 de enero de 2008

De una aternativa a los manteles sucios

De una alternativa a los manteles sucios

Al inspeccionar los manteles de mi señor Ludovico, luego que los comensales han abandonado la salsa de banquetes, hállome contemplando una esce de tan completo desorden y depravación, más parecido a los despojos de un campo de batalla que ninguna otra cosa, que ahora considero prioritario, antes que pintar cualquier caballo o retablo, la de dar con una alternativa.

Ya he dado con una. He ideado que a cada comesal se le dé su propio paño que, después de ensuciarlo por sus manos y su cuchillo, podrá plegar para de esta manera no prfanar la apariencia de la mesa con su suciedad. ¿Pero cómo habré de llamar a stos paños? ¿Y cómo habré de presentarlos?

Notas de cocina de Leonardo da Vinci, la afición desconocida de un genio.

Observaciones

Los huevos bendecidos por sacerdotes saben igual que cualquier otro huevo.

Leonardo da Vinci

2 comentarios:

Carlos dijo...

Sobre la última frase no tengo una constancia empírica: ¿Se han bendecido alguna vez los huevos?

Gastronomicae dijo...

Jejeje! me paraeció curioso y lo añadí. Me imagino el DaVinciTaller, igual inventa algo grandioso que se dedica a probar huevos bendecidos por un cura y otros que no.